La vitamina C interviene en la síntesis del colágeno, mejora el aspecto de la piel, evitando la aparición de arrugas y fortalece huesos y ligamentos.
El colágeno es el componente principal del tejido conjuntivo de nuestro organismo (es decir, de la piel, los cartílagos y los huesos). Por lo tanto, tiene un papel fundamental a la hora de mantener nuestra piel epidermis sana, elástica y bonita, ya que este elemento ofrece un soporte para mantener los tejidos saludables y fuertes.
Esta proteína es un componente esencial de las membranas de las células. Mantener sus niveles en nuestro organismo no es sólo una cuestión estética, sino que es fundamental para el buen mantenimiento de las barreras naturales contra las infecciones, como la piel y demás capas de células.
La ingesta de frutas ricas en vitamina C y verduras frescas nos ayudará a mantener los niveles de colágeno necesarios para nuestra piel, cartílagos y huevos gocen de buena salud.
Diversos estudios que han comparado las estructuras de las pieles de personas jóvenes y de personas mayores han concluido que la cantidad de colágeno va disminuyendo con la edad. Las mujeres tienen menos colágeno en la piel que los hombres, con lo cual deberán estar más atentas a este aspecto, para mantener la buena salud de la piel y demás tejidos.
El envejecimiento de la piel se desarrolla en la dermis, formada en un 70% de colágeno. Esta proteína tiene dos clases, una insoluble y otra soluble. Esta última es la que predomina en la piel joven, que absorbe la humedad fácilmente. En cambio, cuando la piel envejece, las moléculas de colágeno van convirtiéndose en insolubles, perdiendo la capacidad de absorber humedad. Así, la piel se reseca y arruga.
Es evidente que para prevenir este cambio debemos mantener el nivel de colágeno que necesitamos, y hay que saber que este disminuye tanto por factores externos como nutricionales. Una vez más, el equilibrio en nuestra alimentación diaria resulta fundamental para poder obtener este componente proteínico.
Consumir una ensalada fresca y dos piezas de fruta ricas en vitamina C al día, resulta una fórmula útil para aportar esta vitamina.
Hay que considerar además , que la vitamina C se extingue rápidamente en nuestro organismo, por lo que deberemos renovarla de forma continuada a través de la dieta diaria.
Para asegurarnos de que estamos consumiendo una dosis suficiente de vitamina C, deberemos ingerir una buena variedad de frutas y verduras frescas.Mas allá de la creencia popular de que se obtiene casi exclusivamente de los cítricos, frutas, como la fresa, el kiwi o la guayaba la contienen en altas cantidades.
Las verduras deben consumirse crudas para que nos aporten la máxima cantidad de vitamina C.
Las necesidades diarias de esta vitamina son de 30 a 45 mg. para los niños y de 50 a 60 mg. para los adultos.Asegurando esta vitamina en nuestra alimentación, generará las cantidades necesarias de colágeno, proteína necesaria para la salud de nuestra piel.
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