Las infecciones de transmisión sexual (ITS), también conocidas como enfermedades de transmisión sexual (ETS) y antes como enfermedades venéreas.
El verano suele ser una época de especial incidencia de este tipo de enfermedades dado que es el periodo en el que se producen más relaciones sexuales con gente que no es habitual de nuestro entorno.
Estas enfermedades son un conjunto de afecciones que se transmiten de persona a persona por medio del contacto sexual que se produce, casi exclusivamente, durante las relaciones sexuales. La mayor parte de las enfermedades de transmisión sexual son causadas por dos tipos de gérmenes: bacterias y virus, pero algunas también son causadas por hongos.
La Dra. Marta Vilavella nos explica ante la sospecha de padecer ya ETS hay que acudir inmediatamente a un dermatólogo especializado en venereología y que una vez detectada una enfermedad de transmisión sexual hay que descartar que no haya más, ya que a menudo se asocian varias a la vez. Se realizará el tratamiento en función del tipo de infección.
Como los principales factores de riesgo en la adquisición de ETS son el inicio precoz de las relaciones sexuales, tener varias parejas sexuales y no utilizar métodos anticonceptivos, su prevención debe ir encaminada a cambiar estas actitudes, resultando fundamental la utilización de métodos anticonceptivos de barrera como el preservativo.