No es la primera vez, en estas primarias, que vemos violencia en la campaña de EEUU.
En los alrededores del Centro de Convenciones del Condado de Orange, lugar donde tenía lugar el mitin, se reunieron centenares de manifestantes contrarios al precandidato republicano. Al finalizar el acto electoral, los contrarios a Trump cortaron calles bloqueando la salida a los partidarios del millonario que estaban desalojando el Centro de Convenciones, la tensión fue subiendo de tono y, aunque «oficialmente» no hubieron heridos, la jornada finalizó con 20 detenidos.
La policía del Condado de Orange consiguió desalojar y dispersar a los manifestantes, eso si, durante los disturbios hubieron daños materiales tanto en los vehículos de la policía como en el mobiliario urbano.
No es la primera vez que la violencia mancha la campaña del precandidato del Partido Republicano, Donald Trump. A mediados del mes de marzo en Chicago, un acto previsto se suspendió a última hora, debido a que seguidores y detractores de Donald Trump se enfrentaron tanto en el interior del pabellón como en el exterior, saldándose con cinco detenidos y dos agentes de policías heridos.
También en Dayton, Ohio, un hombre intentó irrumpir en el escenario mientras intervenía el magnate inmobiliario, lo que obligó a los agentes del Servicio Secreto de EEUU a actuar. Pero, ¿es culpable Donald Trump de dicha violencia? Sus rivales políticos no tienen ninguna duda, pues lo acusaron, tiempo atrás, de dar pie a los disturbios que desde el inicio de campaña se estaban llevando a cabo, y, a estas alturas ya se están volviendo «desgraciadamente habituales», pues está quebrantando a la sociedad. Ted Cruz, su gran rival dentro del Partido Republicano, acusó al millonario de «crear un ambiente que solo alienta el tipo de discurso desagradable» y, lo responsabilizó de la violencia.
Esperemos que sea el último caso de violencia en la campaña de EEUU.