Potaje de Vigilia

Un clásico de Semana Santa: potaje de vigilia

En Semana Santa eran muy típicos los platos de cuchara, en el que no podían faltar los garbanzos, las espinacas ni el bacalao, por eso hoy te recomendamos desde el titular el potaje de cuaresma, plato que cumple a rajatabla con la tradición cristiana.

Junto con las procesiones y saetas, llega el clásico potaje de garbanzos, presente en todas las casas en todas sus variantes.



El potaje de cuaresma se suele elaborar con garbanzos, espinacas y bacalao aunque existen infinidad de variantes tanto en sus ingredientes como en su elaboración.

Seguramente las acelgas son el representante más genuino de las verduras, ya que su parte comestible es precisamente la verde. Las acelgas tienen dos partes muy distintas: las hojas, que normalmente se consumen cocidas, y las pencas, las partes blancas. Las acelgas son muy ricas en agua y vitaminas, como la provitamina A, y caroteno. También tienen una gran cantidad de minerales como fósforo, calcio, hierro, magnesio, sodio y potasio. Cien gramos de esta verdura tan solo nos aportan 20 calorías, por lo que es una constante en las dietas.

El portaje de vigilia se come tradicionalmente los viernes de Cuaresma en España.

El potaje de cuaresma admite muchas variantes. De hecho, en cada región de España lo hacen de una manera diferente( ver art. » Potaje de cuaresma: garbanzos, arroz y bacalao).

Ingredientes (para 4 personas):

300 gr.de garbanzos.
300 gr. de acelgas.
2 tomates.
2 rebanadas de pan.
Unas hebras de azafrán.
Pimienta.
Aceite.
Sal.

Preparación:

Poner los garbanzos secos en remojo la noche anterior, dejándolos al menos durante 12 horas. Para que los garbanzos no amarguen la digestión añadir al agua en remojo unas hojas de laurel. También es importante ir cambiando el agua, una vez pasado el tiempo de reposo habrá que ir repasando uno por uno para evitar posibles impurezas.
Poner una olla fuego lento con agua y sal, y cuando hierva, añadir los garbanzos.
Freír el pan. Majar en el mortero con el azafrán y una pizca de sal. Pelar y trocear los tomates. Hacer un sofrito con ellos, si quieres intensificar el sabor, se puede añadir al sofrito un ajo y una cebolla picada. Una vez realizado el sofrito, mezclar con el majado.
A continuación, añadir a los garbanzos.
Lavar las acelgas, trocearlas y añadir a la olla. Cubrir con agua. Dejar cocer lentamente hasta que los garbanzos y las acelgas estén tiernos y listo el potaje de cuaresma de garbanzos con acelgas.



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