Más de 400 vecinos de la calle Japón de Nou Barris en Barcelona y entorno se manifiestan por la falta de diálogo de la Alcaldesa, Ada Colau, los vecinos no están conformes con la mezquita que se quiere imponer.
Parece que en la capital catalana se ha cambiado el eslogan de campaña que utilizó la actual alcaldesa, Ada Colau de «sí se puede» por el actual modus operandi «no te escucho».
Gran parte de los vecinos de los distritos de Nou Barris y Sants están totalmente indignados ante la actitud del Consistorio. Éste hace oídos sordos a sus necesidades mientras otorga permisos para la construcción de dos mezquitas en el barrio de la Prosperidad y la Bordeta cuyas ubicaciones y gran capacidad supondrán alteraciones en el descanso, según fuentes vecinales.
En el caso de la mezquita del Centro Cultural Islámico de Sants el Ayuntamiento de Barcelona aportará más de 130.000€, lo que supone más del 75% de su coste total. El Consistorio, con Ada Colau al frente, ha señalado que es necesario construir una nueva mezquita debido a la precariedad de la ya existente. También han declarado que a pesar de que «legalmente a la comunidad islámica no le corresponde ninguna indemnización» han decidido otorgársela pues consideran que se encuentra en una «situación excepcional «.
El Centro Cultural Islámico de Sants lleva más de 30 años en el distrito y está totalmente integrado formando parte del Secretariado de Entidades de Sants, Hostafrancs y la Bordeta, así como de la Asamblea de Can Batlló. La oposición de los vecinos a la » imposición de la mezquita» en los bajos de un edificio es manifiesta en las numerosas caceroladas. Esta mezquita ocupará un local de 500 metros cuadrados en los que la gran capacidad alterará el descanso vecinal, así como la gran afluencia de público alterará la vida tranquila de la calle y su ocupación; a lo que los técnicos municipales han respondido que el aumento de personas ocupando la calle genera por sí mismo más seguridad( paradójicamente el Ayuntamiento de Ada Colau está eliminando los permisos de terraza a la hostelería por el uso del espacio público, véase art. «Ada Colau en pie de guerra contra las terrazas de Barcelona»).
También en el distrito de Nou Barris, los vecinos se encuentran enfrentados ante la próxima apertura de un centro de culto musulmán en la calle Japón, en el barrio de Prosperidad. En este distrito las cacerolas y las decenas de pancartas que inundan la zona, no es suficiente para que desde el Gobierno Municipal se sienten a dialogar. La ubicación de la futura mezquita se encontrará en una calle tranquila y de dimensiones muy reducidas.
El pasado año la alcaldesa Ada Colau presentó un plan municipal contra la islamofobia que contempla la construcción en un futuro de una gran mezquita. Desde el Consistorio se daría vía libre a construir esta gran mezquita en la plaza de toros Monumental, un tema que ha levantado gran polémica en los últimos meses. Para el Ayuntamiento está gran obra ayudaría a » visibilizar la pluralidad religiosa de la ciudad».
Mientras que la alcaldesa de Barcelona en Comú se vuelca con el islam, no ha mostrado el mismo respeto con los cristianos. El Padrenuestro blasfemo, la exclusión de los actos oficiales de la tradicional misa el Día de la Merced o la prohibición de una misa en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil en el Castillo de Montjuic son solo algunos ejemplos del diferente rasero hacia las diferentes religiones.
Pero esta ofensiva y falta de respeto hacia la iglesia católica lo comparte Ada Colau con sus compañeros podemitas. Pablo Echenique al frente de Podemos intentó apropiarse de la Catedral de Jaca, también han exigido la eliminación de la misa de la 2 e incluso la eliminación de los capellanes castrenses. Pero este delirio podemita anticatólico les ha llevado a exigir la expropiación de la Catedral del Salvador de Zaragoza, la SEO, y de la iglesia de la Magdalena. Los trámites para expropiar los bienes de ambas iglesias católicas, han surgido como consecuencia de la moción que presentó el partido Chunta Aragonesista la cual fue apoyada por Zaragoza en Común( Podemos), y PSOE. Ciudadanos se abstuvo mientras el Partido Popular se quedó solo con su voto en contra ante dichas expropiaciones. La SEO es un edificio Patrimonio de la Humanidad que fue templo cristiano desde la época de los visigodos, sede episcopal y catedralicia desde el siglo III. Para los partidos laicos diecisiete años de uso cristiano no son motivo para tomar su propiedad al más puro estilo chavista: » la expropiación».
Ayer más de 400 vecinos de la Calle Japón y entorno se reunieron para leer un manifiesto y plantear las siguientes acciones que llevarán a cabo hasta que Ada Colau, actual Alcaldesa de Barcelona les escuche.
Una de las portavoces manifestó lo siguiente:
«Vamos a seguir tocando la cazuela hasta que Ada Colau nos escuche».
Manifiesto que han enviado a los medios de comunicación sobre el «no» a la mezquita de la calle Japón:
Los vecinos de la calle Japón de Barcelona ante las noticias aparecidas estos días en diferentes medios de comunicación sobre la apertura de un centro de culto en esta calle y puesto que se han consultado diferentes fuentes excepto a los vecinos de esta calle creando confusión sobre nuestras demandas, hemos decidido hacer público el siguiente manifiesto con la voluntad de dejar claro que en ningún caso se trata de una cuestión ni racista ni religiosa. Los vecinos de la calle Japón pensamos que no es el lugar apropiado para ubicar ni un centro de culto ni ningún tipo de comercio que pueda albergar una afluencia de gente prevista de más de 100 personas en las horas de mayor actividad. El primer motivo se trata de una calle muy estrecha, con aceras de 1 metro y circulación de coches. A todo ello, se ha de agregar las molestias y ruidos que se generan en una calle estrecha al coincidir mucha gente en determinadas horas del día. Los vecinos de la calle Japón queremos junto al Ajuntament y las partes implicadas encontrar una solución satisfactoria a este asunto que desde hace unos dos años está generando en la zona la instalación de esta actividad. Este centro se intentó ubicar en la calle Gongora aproximadamente hace dos años y posteriormente en la calle Antoni Gilabert ocasionando las protestas de los vecinos de esas calles y calles colindantes por los mismos motivos. Esto llevó a que se abandonaran los proyectos del establecimiento de esta actividad en esas calles. Es por todo ello, que se debe encontrar una ubicación adecuada que contente y permita disfrutar a todas las partes de sus derechos y así poder disfrutar de una convivencia en armonía. Por último, los vecinos de la Calle Japón hemos decidido realizar una serie de acciones, hasta que el Ayuntamiento de Barcelona medie entre las partes y se dé una respuesta contando con nuestra opinión y no de espaldas a ella, esperamos que la alcaldesa, Ada Colau, nos reciba para poder explicarle nuestros motivos y la situación injusta que estamos viviendo estos últimos días, con publicaciones sesgadas y partidistas. Aprovechamos este manifiesto para dejar abiertas las puertas al dialogo y al consenso de todos aquellos que quieran escucharnos.