Lavar la ropa es una tarea indispensable para todos, las prendas deben estar limpias y bien cuidadas para que podamos proyectar una imagen correcta y apropiada.
La manera de realizar este proceso puede variar de acuerdo a las posibilidades de cada persona, por lo que lavar la ropa en casa ha ganado adeptos como consecuencia de los avances tecnológicos de las lavadoras domésticas, que han conseguido niveles de calidad y capacidad iguales a las lavadoras industriales, con gastos mínimos de agua y jabón.
Lavandería en casa
Hoy en día, la lavanderia doméstica ha experimentado toda una revolución, con equipos versátiles que lavan y secan las prendas en menos de una hora, haciendo el proceso dinámico y eficiente. Una lavandería en casa es tecnología cotidiana.
En la actualidad vemos con toda normalidad el proceso de lavar la ropa, pero eso no ha sido así siempre, hasta hace poco que las lavadoras en casa se han popularizado, ya que antes podía ser considerada como una tarea complicada.
Las lavadoras y secadoras domésticas, diseñadas para usarse en casa, representan una comodidad para todos los miembros de la familia, ya que se puede planificar el lavado con más flexibilidad, sin salir de casa y además aprovechando el tiempo del lavado para hacer otras actividades.
Cada vez más, los equipos adquieren sofisticación y ofrecen ciclos que no dañan los tejidos, son ultrarrápidos, ya que usan diferentes temperaturas de agua, ahorran agua y jabón, e incluso, hay lavadoras que asean la ropa sin usar agua.
Tipos de lavadoras
Lavadoras estándar
Se tratan de máquinas que lavan la ropa mediante un tambor que hace circular las prendas junto con el agua jabonosa. Funcionan con un ciclo que se inicia con el llenado de agua y jabón, después va el agitado, posteriormente se vacía y se llena de agua hasta enjuagar las prendas, y por último, elimina el exceso de agua por centrifugación.
Las lavadoras pueden ser de carga frontal o carga superior, esto no se trata solo de la manera de introducir la ropa, sino que hay diferencias importantes en cuanto a tamaño y capacidades. Las de carga frontal suelen ser más grandes, tener mayor capacidad y ser más sofisticadas.
Lavadoras rápidas
Son lavadoras que tienen ciclos de lavado que reducen los tiempos de manera que se pueda tener la colada en pocos minutos. Se considera que un ciclo de lavado es rápido si su duración es menor a una hora. Por lo general, estos ciclos deben usarse para la ropa que no está tan sucia y para tejidos delicados.
Lavadoras ahorradoras de agua
Las lavadoras ahorradoras de agua, no solo realizan su labor gastando menos agua, sino también menos energía, ya que son equipos ecológicos. El funcionamiento de este aparato incluye el agitado óptimo que aprovecha al máximo el agua, necesitando menos del vital líquido. Además, el enjuague es realizado de manera inteligente y añadiendo un producto que facilita la eliminación de los residuos de jabón.
Lavadoras sin agua
La tecnología nos ha traído recientemente una lavadora de ropa que no utiliza agua, este invento permite a las familias eliminar el gasto de agua del lavado, y al mismo tiempo, tener sus prendas de vestir perfectamente limpias.
La tecnología de estos aparatos utiliza dióxido de carbono natural y un detergente diseñado para usarse con estas lavadoras. Además de todo, la lavadora recicla la mayor parte del dióxido de carbono que utiliza, con lo cual hace este proceso muy económico y amigable con el medioambiente.
Lavadora con secadora
Se trata de una lavadora que después de asear la ropa, puede iniciar un ciclo de secado que deja las prendas libres de humedad y tibias. De esa manera, la ropa sale del aparato directamente al armario.
La lavadora con secadora incorporada es un equipo sofisticado pensado para la máxima comodidad, se adapta a ambientes pequeños o grandes, pero siempre para personas prácticas que valoran su tiempo.
Las lavadoras, en general, son equipos pensados para optimizar las labores domésticas y maximizar el bienestar de las personas.