Hemorroides

Hemorroides: alimenta tu bienestar cuando sentarse es un problema

Las hemorroides o almorranas son inflamables venosas en la parte inferior o exterior del ano, causadas por el aumento de presión de las venas hemorroidales.





Hemorroides: alimenta tu bienestar cuando sentarse es un problema.

Pueden llegar a ser muy molestas, afectan en mayor medida a los hombres, y son un problema de consideración en adultos a partir de los 30 años, sobre todo en países occidentales.

Los síntomas son picazón, quemazón, dolor (en especial al sentarse), sangrado, bultos en la zona anal…
El sedentarismo, especial los trabajos que implican pasar muchas horas sentado, provocan una acumulación de la sangre en las venas hemorroidales y, al hincharse, pueden atravesar la pared del ano y desencadenar las molestias. El estrés, el estreñimiento o un embarazo también pueden ser detonantes del problema.

Otro factor determinante es una alimentación incorrecta, pobre en frutas y verduras y con excesiva ingesta de grasas. La musculatura anal se debilita ante el déficit de vitamina C flavonoides.

La ayuda en la fibra mejora las hemorroides.

La atención médica se hace imprescindible para obtener un diagnóstico de las molestias en el ano, en especial si se han producido hemorragias. Una vez descartadas patologías más graves, y señalado el tratamiento, síntomas pueden abordarse también con la corrección de la dieta.

La alimentación puede ser el problema, pero, es más, también puede ser una llave para la solución: Una dieta rica en fibra y hortalizas verdes alivia las molestias y actúa a nivel preventivo, corrigiendo el estreñimiento. Un aumento de la ingestión de líquidos permitirá al paciente llevar una vida más o menos normal.




Los alimentos ricos en fibra producen un aumento del peristaltismo intestinal y aceleran la expulsión de las heces. Al ser estás más blandas, dañan menos las paredes anales y las venas de la zona. Exigen menos esfuerzo al defecar, también redunda posteriormente en las venas que soportan menos presión.

El abanico de alimentos ricos en fibra es amplio y conocido:

  • cereales integrales como el trigo, y el maíz. La avena destaca por su fibra soluble, de forma que es un desayuno ideal, en forma de copos. La pasta y el pan también son beneficiosos si se toman en la variedad integral.
  • legumbres: Judías, rubias, guisantes, lentejas, soja… Con mención especial para los garbanzos y las alubias. Una taza de alubias o habichuelas contienen del orden de 15 gramos de fibra.
  • verduras y hortalizas como la zanahoria, la patata, las espinacas y las alcachofas.
  • fruta: Aún por debajo de cereales y legumbres, la fruta también es fuente de fibra, sobretodo kiwis, naranjas, higos, manzanas, peras, plátanos y fresas. También las nueces y las uvas pasas.

Los alimentos refinados deberán tomarse con moderación, tanto el pan y la pasta como galletas etcétera… La sal, picantes como la pimienta o la mostaza, el alcohol, el café y los dulces (por sus azúcares refinados) tampoco son aconsejables.



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