Los postres fríos y helados suelen ser una buena forma de ayudar a la digestión de comidas y cenas suculentas. Al prepararlos con variedad de frutas y lácteos desnatados, sumaremos salud a su refrescante sabor, además de restar calorías y grasas en comparación con los helados ya elaborados.
El té verde, al no estar fermentado, conserva intactos los componentes vitamínicos, antioxidantes y medicinales existentes en la planta. ¿Conoces los beneficios del té verde? esta infusión ayuda a prevenir algunos tipos de cáncer, a prevenir también enfermedades cardiovasculares y a mejorar las mucosas y la piel. También es un aliado de las dietas de adelgazamiento y potencia el buen funcionamiento del sistema inmunológico.
En esta ocasión, desde el apartado de gastronomía El Titular os enseñamos a realizar un postre fresco y saludable, el helado de té verde.
El helado de té verde es muy popular en Japón y otros países asiáticos.
Este fabuloso postre de té verde no sólo supone un modo original de tomar esta aromática planta, sino que resulta realmente original, muy distinto a los típicos sabores de helados. Debido al contenido graso y calórico de algunos de sus ingredientes, conviene que este tipo de helados caseros se consuman de forma esporádica o en ocasiones especiales.
Ingredientes (para 4 personas):
250 ml. de infusión de té verde.
1 cucharadita de ralladura de limón.
El zumo de un limón.
4 hojas de gelatina sin sabor.
2 decilitros de agua.
2 huevos.
200 gr. de queso cremoso.
50 gr. de azúcar.
El helado de té verde resulta un postre delicioso y refrescante ideal para los meses más calurosos.
Preparación:
Mezclar la infusión de té templada con la ralladura y el zumo de limón, la gelatina remojada en agua fría, los 2 dl. de agua y las yemas de los 2 huevos batidas, pero con cuidado que no cuajen. Dejar enfriar. Agregar el queso cremoso y el azúcar y mezclar.
Batir las claras de los huevos a punto de nieve y añadir poco a poco a la infusión de té.
Mezclar con una espátula. Verter en moldes para helado y meter en el refrigerador durante unos 20 minutos. Sacar del congelador y remover para que no se cristalice y quede un helado más cremoso. Introducir nuevamente en el congelador hasta que se congele totalmente.