Cuando nuestro pequeño cachorro crece y se acerca su llegada a la pubertad, muchos propietarios se plantean si verdaderamente es necesario esterilizar de forma quirúrgica a su animal.
Para tomar una decisión razonada conviene estar al corriente de algunas circunstancias:
La esterilización presenta varias ventajas sobre el comportamiento y la salud de los perros, machos y hembras. A demás, los animales esterilizados viven más años, con mejor calidad de vida.
Modificaciones del comportamiento sexual.
Durante el periodo de celo se produce una fuerte atracción entre machos y hembras, que se las ingenian para poder acoplarse. En muchas ocasiones, este comportamiento conduce a “embarazos no deseados”. Además, si el perro se escapa, el riesgo de accidentes de tráfico es mayor.
La esterilización de la perra elimina el celo (la conducta y las pérdidas sanguinolentas), y la posibilidad de tener una camada. Recordemos que algunas perras pueden tener ¡más de 10 cachorros!
De igual manera, un macho esterilizado ya no se sentirá atraído por las hembras en celo, tendrá menos tendencia a marcar su territorio con orina, será menos agresivo con otros machos y tendrá menos ganas de escaparse. Por otro lado, la personalidad de nuestro animal y sus ganas de jugar serán las mismas que antes de la intervención.
Los animales no tienen ninguna necesidad psicológica de ser padres y no resultan traumatizados por el hecho de no haber tenido hijos.
Beneficios para la salud: los perros esterilizados viven más años.
Esterilizar de forma temprana a nuestra mascota le aporta beneficios preventivos, porque evita el desarrollo de patologías ligadas a los órganos sexuales mu frecuentes en la edad adulta: tumores de testículo, de próstata, de ovario, de matriz, piometra o infección de matriz, pseudogestación (“embarazo psicológico”)… La aparición de alguna de estas enfermedades haría imprescindible cirugía de urgencia, poniendo en riesgo la salud del paciente.
En la perra, la esterilización realizada antes del primer celo previene la aparición de tumores de mama en un 95%. Dado lo frecuente y lo grave de esta patología entre las perras, obtener este porcentaje de protección, es un gran factor a tener en cuenta.
¿Cuándo puedo esterilizar a mi perro?
Todo depende del motivo por el que ha decidido esterilizar a su animal. Si se trata de prevenir el desarrollo de enfermedades o impedir la reproducción, lo mejor es hacerlo relativamente pronto, lo más cercano posible a la pubertad.
La cirugía
La esterilización canina es un procedimiento en el que se extirpan los testículos en los perros y los ovarios y la matriz, en el caso de las perras. Son intervenciones muy comunes pero no exentas de riesgos. Son cirugías que se realizan bajo anestesia general, en un quirófano bien equipado. Sólo así se garantizan todas las medidas de seguridad que requiere anestesiar y reanimar a un paciente de cirugía. Recuerda que sólo las clínicas y hospitales veterinarios reconocidos por el Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia pueden practicar estas intervenciones. Los consultorios veterinarios y otros establecimientos no están autorizados.
Si tienes dudas sobre el procedimiento, te recomiendo que hables con el cirujano que operará a tu animal, un profesional con la debida experiencia resolverá cualquier preocupación que tengas al respecto y te transmitirá la confianza que necesitas.
¿Qué precauciones se deben tomar tras la cirugía?
Una vez esterilizado nuestro animal y concluido el cuidado del postoperatorio inmediato, es muy probable que tenga una mayor tendencia a engordar. Por eso, nuestro perro o perra tendrá que comer un poco menos o le proporcionaremos un alimento “light”, para que mantenga un peso saludable.
Es común que en las clínicas veterinarias, tras la esterilización, se planifiquen unas revisiones gratuitas para el cliente, en las que se pesa al animal y se realizan las correcciones en la dieta que sean oportunas.
Veterinaria de San José Veterinaris
C/ Gran de la Sagrera 112 08027 – Barcelona
