De sobras es conocido que el diamante es uno de los minerales más preciado del mundo por sus características, lo que lo convierte en una pieza de gran valor. ¿Conoces los diamantes de claridad realzada?
Ventajas de los diamantes de claridad realzada.
Las condiciones para la formación de los diamantes son muy concretas en cuanto a presión, profundidad y temperatura extrema. Para la formación de diamantes se necesitan millones de años, ubicado durante ese periodo en las profundidades de la tierra, hasta que el carbono lleva a cabo un proceso en el que se comprime y se convierte en un elemento de gran dureza. En la actualidad, el diamante es el material más duro conocido por el ser humano alcanzando categoría de dureza 10, esta característica unida a su capacidad de conductividad térmica, hacen del diamante también una pieza de uso industrial muy valorada.
Desde la antigüedad hasta la actualidad, las características de los diamantes han hecho de ellos unas piezas únicas usadas en joyería cuyo precio varía según su pureza, peso, color y calidad de la talla (lo que es conocido como las cuatro C o 4C). Recordando sus orígenes a lo largo de los años que dura su proceso de formación, muchos de estos diamantes pueden presentar impurezas. En concreto, se estima que sólo uno de cada 10.000 diamantes puede considerarse puro. Estas piedras preciosas libres de defectos alcanzan precios astronómicos en el mercado, sólo aptos para los bolsillos más exclusivos. Por ello, una buena opción es decantarse por diamantes de claridad realzada.
Los diamantes de claridad realzada son una buena opción pues es un diamante natural cuyos defectos fueron corregidos y su precio es más asequible.
Pero, ¿qué es un diamante de claridad realzada?
Son diamantes naturales extraídos de la tierra y que son como todos los demás diamantes no mejorados, solo que más baratos. Como hemos mencionado anteriormente una gran mayoría de los diamantes que se encuentran presentan grietas e impurezas (conocido como “plumas”). Las imperfecciones o fisuras pueden presentarse en su interior o cerca de la superficie y, se han podido producir tanto durante el largo proceso de su formación natural bajo la tierra como durante el corte de los diamantes. Estas pequeñas fracturas pueden corregirse a través de un proceso que les aportará pureza y luminosidad, corrigiendo y eliminando sus “plumas”. El material especial usado para el realce tiene exactamente el mismo color que el diamante y restablece el reflejo de la luz natural de esta piedra preciosa, esto es, exactamente las mismas características ópticas que el diamante. Tras el proceso de realce o mejora de estas gemas 100% naturales, el diamante resulta más brillante y reluciente.
El diamante de claridad realzada es un diamante natural que nada tiene que ver con los diamantes artificiales o sintéticos. Estas piedras preciosas modificadas y mejoradas por la mano del hombre, no pierden ni un ápice de su valor e incluso, en la gran mayoría de los casos la diferencia entre un diamante puro y uno de claridad realzada, sólo radica en su precio pues sus “reparaciones” se hacen imperceptibles a la vista. Sólo los joyeros más cualificados pueden captar la diferencia entre el diamante puro y el diamante sometido a este tipo de “manipulación”.
Los diamantes de claridad realzada son para toda la vida al igual que los diamantes puros.
Estos diamantes naturales extraídos de la tierra y mejorados son al igual que el resto unas piezas para toda la vida, o como decía el famoso eslogan ”un diamante es para siempre”. Sin duda, son una conveniente opción para todas aquellas personas que quieran adquirir una pieza de diamante o enclavado en un anillo, collar, etc… pues su valor económico es mucho más asequible para el bolsillo, además que nos permite poder comprar piezas más grandes y lustrosas. En definitiva, los diamantes de claridad realzada son piezas únicas igual de brillantes y relucientes que los brillantes puros, pero su compra nos ahorrará una importante cantidad económica.
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