Uno de los pilares fundamentales de la economía catalana es el turismo, la deriva secesionista lo está perjudicando gravemente.
El desafío secesionista afecta a uno de los principales puntales de la economía catalana: el turismo.
No sólo el desafío secesionista llevado a cabo desde la Generalitat de Cataluña está poniendo en jaque a la economía catalana con la incesante fuga de empresas, además de la caída de las inversiones en esta comunidad autónoma o la patente crispación de la sociedad catalana sino que también este hecho está afectando al sector turístico.
El turismo en Cataluña ha sufrido un frenazo con respecto a su crecimiento.
Aunque harán falta meses para conocer los datos exactos del impacto negativo que el desafío independentista está teniendo sobre el turismo en Cataluña, el sector hotelero de manera unánime coincide en calificarlo de situación «preocupante». La caída de reservas y cancelaciones a última hora tras el pasado 1 de octubre, sobretodo en la capital catalana, amenazan con pasar factura no sólo a corto plazo sino también a medio , según expresan los directores de las principales cadenas hoteleras de España. Las continuas movilizaciones callejeras algunas de ellas pacíficas y otra » no tan pacíficas» unidas a la inestabilidad social, provocan en aquellos posibles viajeros que quieran conocer Cataluña una imagen de inseguridad de la que se hace eco no sólo la prensa nacional sino también algunos medios internacionales. Ha aumentado el número de ministerios de Exteriores de otros países que han emitido avisos a sus ciudadanos advirtiendo que según la fecha en la que se desease viajar a Cataluña, se podían llegar a encontrar situaciones conflictivas.
Algunos cruceros han modificado sus escalas en las últimas semanas tras el desafío secesionista. Solo el día del referéndum hasta tres grandes cruceros optaron por desembarcar a sus pasajeros en Valencia en lugar de Barcelona, ante posibles altercados callejeros.
Ni los trágicos atentados yihadistas perpretados este agosto en Las Ramblas de Barcelona y Cambrils ni los brotes de turismofobia promovidos por grupos radicales de extrema izquierda hicieron tambalear el sector turístico (leer artículo» ¿Turismofobia o excusa para permitir actos vandálicos?«) al contrario de los que está sucediendo tras el desafío independentista. «El impacto negativo económico que está teniendo la situación política en Cataluña es mayor que el que tuvieron los atentados», aseguró el ministro de Energía, Turismo y Agenda Digital en la clausura de la tercera cumbre de turismo de compras Summit Shopping Tourism&Economy.
El turismo es uno de los principales ejes que mueven la economía catalana.
En pasado Puente del Pilar, la capital catalana no colgó el cartel de completo debido al número considerable de cancelaciones sobretodo de viajeros nacionales que optaron a última hora por otros destinos turísticos nacionales alejados de conflictos. El puente de la Hispanidad ha vivido en Cataluña entre un 10% y un 40% de caída de reservas con respecto al pasado año, según se hable de reservas de hoteles de alta gama, hoteles ubicados en la capital catalana o apartamentos turísticos. Al contrario de lo que ha ocurrido en esta comunidad autónoma, otros puntos de nuestra geografía como Madrid, Comunidad Valenciana, Islas Baleares y Andalucía han tenido una ocupación que ha rozado el 90%, incluso algunos destinos como Valencia lo han superado.