Christian Escribà

Christian Escribà, un gran pastelero de Barcelona

Christian Escribà es un pastelero que usa el infinito mundo del dulce como un espacio con el cual logra expresar su lenguaje completamente creativo, como consecuencia se encuentra en una constante evolución en la que se crea una autopresión creativa.

Esta auto-presión no se ve en diferentes disciplinas, por lo que se realizan constantes invenciones de proyectos que son realizadas de forma continua, en donde se encuentran murales comestibles, anillos de caramelo, pasteles explosivos y pasteles de boda imposibles.

Biografía breve

Christian Escribà es hijo del conocido maestro del chocolate Antoni Escribà, es dueño de las muy conocidas pastelerías Escribà ubicadas en Barcelona y pertenece a la cuarta generación de pasteleros que empezaron en honduras a mediados de 1906.

Adicionalmente, es uno de los más grandes exponentes de la pastelería espectáculo en grandiosos eventos y es uno de los defensores del uso de la pastelería como medio para transmitir emociones.

Creó su carrera entre París y Barcelona, siendo completamente creativo y original, por lo que es reconocido como uno de los mejores pasteleros que se encuentran en el área de España, cargo otorgado por la Academia Española de Gastronomía.

Posee la fama de no rendirse ante un encargo por más complicado que parezca y sus creaciones son despachadas en las mejores tiendas del mundo, ya que ofrece colaboración en diferentes museos de arte contemporánea participando también en congresos gastronómicos.

Escribà tiene una gran búsqueda del País de Nunca Jamás, ya que en el libro llamado “El Arte De Convertir La Pastelería En Ilusión” impreso por la editorial RBA, logra repasar la historia de aquellos pasteleros que iniciaron su carrera en 1906 y menciona algunas creaciones. Una vez más se confirma la apuesta del grupo y su editor por potenciar las personalidades de Barcelona.

Entrevista a Christian Escribà

Hace algunos meses se le realizó una entrevista a Christian Escribà en la que comenta que hace aproximadamente dos años estudió budismo, aspecto que lo lleva a pensar que la felicidad no se encuentre ahí afuera.

Ya que la misma se encuentra dentro de él y gracias a esa felicidad genera los pasteles que hace que los otros se sientan igual, esto lo hace gracias a la rutina de levantarse cada mañana a las cinco de la mañana momento en que dedica cinco horas para él entre meditaciones y oraciones.

En sus oraciones se enfoca en sus propósitos, que son interiorizados y visualizados para posteriormente enfocarse y que sean aplicados ese día, tal como su propósito el día de la entrevista era ser la persona más amable del mundo.

Al culminar sus meditaciones, corre en cinta y camina en la playa, padeció de obesidad con un peso de 114 kilos y sufrió de un ataque cardíaco, como consecuencia de que comía demasiado en las noches y corría en exceso en las mañanas.

Para salir de este círculo vicioso el cirujano Dr. Lacy, considerado el mejor del mundo en esta especialidad, le realizó una operación en la que obtuvo una reducción del estómago y posteriormente se mantuvo en una dieta saludable, no fue fácil, pero una frase de su padre lo ayudaba cada mañana a seguir: “Déjalo todo un poco mejor de cómo lo encontraste”.

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