Termina con el miedo a visitar al dentista

La dentofobia es el miedo a visitar al dentista. Se calcula que entre el 5% y el 15% de los europeos padecen esta fobia. Para algunas personas, la sola idea de sentarse en el sillón del dentista es suficiente para desencadenar un ataque de pánico.

Si padeces dentofobia, no estás solo. Hay muchas personas que luchan a diario con este miedo. Pero ¡hay esperanza! Hay formas de superar tus miedos y recibir la atención dental que necesitas. Con un poco de esfuerzo, puedes dejar atrás la dentofobia y empezar a disfrutar de las visitas al dentista. los dentistas de la Clínica dental Equipo de la Torre Unidad Avanzada de Salud Bucodental nos dejan algunos consejos para superar este problema. 

Programa una limpieza y revisión periódicas

Una boca sana es una parte importante del bienestar general, y programar limpiezas y revisiones periódicas con tu dentista es una forma estupenda de prevenir problemas dentales. Debes acudir al dentista al menos una vez cada seis meses para que te haga un examen y una limpieza completos.

Esto no sólo te ayudará a mantener los dientes sanos, sino que también puede alertar a tu dentista de posibles problemas dentales antes de que se conviertan en problemas mayores. Oír las señales de advertencia a tiempo y disponer del plan de tratamiento adecuado puede ahorrarte tiempo y dinero a largo plazo, además de darte la tranquilidad de saber que cuidas de tu salud bucodental.

No esperes a tener dolor de muelas para visitar al dentista: puede que entonces sea demasiado tarde

Visitar al dentista una vez al año no sólo es una medida preventiva inteligente, sino que también es fundamental para mantener una buena salud bucodental general. Las revisiones dentales periódicas pueden detectar cualquier signo temprano de caries antes de que se agrave, lo que a menudo ahorra tiempo y dinero a largo plazo.

Con limpiezas y radiografías periódicas, los dentistas pueden detectar úlceras y abscesos antes de que se conviertan en dolorosas caries o en afecciones aún peores. No esperes a que el dolor sea insoportable: puede que sea demasiado tarde. Actúa ahora y acude al dentista cada 6 meses aproximadamente para mantener tus dientes sanos y fuertes

Saber que ocurre exactamente durante un procedimiento dental puede ayudarte

Cuando te sometas a una intervención dental, lo primero que harás será sentarte en el sillón del dentista y responder a las preguntas que pueda hacerte sobre tu historial médico reciente. 

A continuación, te explicará lo que ocurrirá durante la intervención y qué pasos puedes esperar exactamente.

Generalmente, el siguiente paso es tomar radiografías para obtener una imagen de tu boca durante el tratamiento. Después, dependiendo de los procedimientos elegidos por tu dentista, utilizará diversas herramientas -como taladros, espejos, luces y sondas metálicas- para examinar y limpiar a fondo tus dientes.

Por último, cualquier tratamiento posterior (como empastes o endodoncias) se comentará después con tu dentista. Saber de antemano qué ocurre durante una intervención dental puede ayudarte a tranquilizarte antes de ir a la consulta.

Busca un dentista con el que te sientas cómodo

Encontrar al dentista adecuado puede ser una experiencia difícil pero que merece la pena. Tu primer paso debe ser buscar dentistas en tu zona que ofrezcan los servicios que necesitas, como limpiezas, empastes o ortodoncia si es necesario.

Después, programa una visita introductoria con cada médico y toma nota de lo cómodo que te sientes al comunicarte con ellos. Mantén conversaciones sobre tu historial médico y sobre cómo tratan los problemas y las urgencias.

Además, hazles preguntas sobre su tecnología, procedimientos, materiales que utilizan, normas de higiene, protocolos de equipamiento y otra información que te ayudará a decidir a quién confiar tu atención dental.

Cuando te hayas decidido por un dentista que te haga sentir relajado, entabla una relación y mantén una comunicación estrecha para que ambos estéis informados de tus decisiones sobre salud bucodental.

Llévate a un amigo o familiar para que te apoye

Si te estresa la idea de ir al dentista, llevar a un amigo o familiar puede proporcionarte el consuelo que tanto necesitas. Tener a alguien en la sala que te resulte familiar y pueda proporcionarte apoyo moral puede ayudar a reducir tus niveles de estrés y hacer que la visita sea más tolerable.

También es beneficioso tener a otra persona que pueda responder a preguntas detalladas del dentista o recoger información sobre la política de privacidad, ya que es difícil concentrarse cuándo tienes la mente llena de preocupaciones. Si llevas a un acompañante al dentista, es posible que no pueda acompañarte en la sala de tratamiento propiamente dicha, pero el mero hecho de tenerlo cerca te dará esa seguridad adicional y te ayudará a tranquilizarte.

Visitar regularmente a tu dentista es importante. Manteniéndote al día con las limpiezas y revisiones, puedes evitar muchos problemas antes de que empiecen.

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