Los humanos compartimos nuestras vidas con animales domésticos desde hace miles de años. En origen, nuestra relación con ellos era puramente instrumental, es decir, nos rodeábamos de aquellos animales que proporcionaban un servicio a la comunidad (defensa, transporte, alimento,…). Pero poco a poco los humanos empezamos a descubrir en los animales a auténticos compañeros de viaje, seres con los que conectar, empatizar y compartir nuestras vidas.
Hace ya un tiempo que la Fundación Affinity estudia el vínculo que se establece entre las personas y sus animales de compañía. Los resultados son siempre sorprendentes y, por eso, me gustaría compartir algunas de sus conclusiones con vosotros.
Resulta que, contrariamente a lo que mucha gente cree, al 76% de las personas les gustan las mascotas. Y muchas de las que no tienen, les gustaría pero la falta de espacio o de tiempo se lo impide.
La mayoría de propietarios afirma que su mascota le hace feliz, opina que merece el mismo respeto que otro miembro de la familia y la valora por encima incluso de amigos humanos. La gran mayoría habla a diario con su mascota. Y tras valorar muchísimas encuestas, se ha visto que las mujeres y los niños pequeños tienen mayor afinidad por los animales de compañía.
De todo lo anterior se concluye que las mascotas juegan un papel muy importante en la sociedad y son importantes en la vida de las personas. En muchos casos cubren el espacio de un pariente muy próximo o incluso un hijo. Proporcionan compañía a las personas y aportan valores a las familias, ya que los niños que crecen junto a una mascota son más tolerantes, adaptables, responsables y extrovertidos.
Disfrutamos mirando, acariciando y jugando con nuestra mascota. Admiramos la personalidad propia de nuestro perro o el carácter independiente de nuestro gato. Pensamos que nuestra mascota es fuente de compañía constante, que siempre estará cuando lo necesitemos y que nos ayudan a superar momentos difíciles. Les explicamos nuestras confidencias, les cuidamos con alegría,…
Tener un animal de compañía proporciona un claro balance positivo en nuestras vidas… Cuando el hombre encontró al perro… encontró también un amigo.