Cassius Clay nació en Louisville (Kentucky) en 1942, fue una persona que por su color de piel fue golpeado por las humillaciones de la segregación que proclamó su identidad con orgullo. Un deportista locuaz que exhibía su ego sin modestia: “¡Soy el mejor! ¡Soy el mejor! Soy el rey del mundo”, dijo cuando ganó el campeonato mundial contra Sonny Liston. Un activista más cercano al estilo desafiante de Malcolm X que al ecumenismo de Martin Luther King en la defensa de los derechos civiles de los negros.
Un héroe deportivo que se convirtió a una religión extraña para la mayoría de sus conciudadanos. Influido por las enseñanzas del grupo religioso Nación del Islam, adoptó el nombre de Muhammad Ali y eligió él mismo, descendiente de esclavos anónimos, su propio nombre y religión. «No quiero ser lo que vosotros queréis que sea”, dijo.
Su oposición a la guerra del Vietnam, rechazó el reclutamiento obligatorio, fue sentenciado a cinco años de prisión y perdió el derecho a boxear.
Medio EEUU no le soportoba y el otro medio le adoraba. “En los próximos meses no hay duda de que los hombres que gobiernan en Washington intentarán dañarte de la manera que puedan, pero estoy seguro de que sabes que has hablado en nombre de tu pueblo y de los oprimidos en todo el mundo, en valiente desafío del poder americano”, le escribió el filósofo Bertrand Russell. El Tribunal Supremo le dio la razón en 1971 como objetor de conciencia, y pudo regresar al cuadrilátero, donde participó y venció en dos combates extravagantes y legendarios: el Rugido de la selva en Zaire (actual Congo), en 1974 contra George Foreman; y, al año siguiente, en Manila (el combate conocido como Thrilla in Manila), contra Joe Frazier.
Muhammad Alí ha sido uno de los mejores deportistas de todo el siglo XX, un hombre que se re-inventó en varias veces a sí mismo. Falleció ayer viernes en un hospital en Phoenix (Arizona) a los 74 años de edad por problemas respiratorios, Muhammad Alí llevaba 32 años luchando contra la enfermedad de Parkinson.
Tres veces campeón mundial de los pesos pesados y campeón olímpico con tan solo 18 años: desaparece una de las figuras más reivindicativas y más ejemplares de los EEUU.
Uno de los combates más duros de Muhammad Ali contra George Foreman
Muhammad Ali DEP.