De origen remoto e historia milenaria, el ginseng equilibra nuestro organismo y nos ayuda a enfrentar situaciones de gran cansancio y estrés. Nuestra circulación, nuestra memoria y nuestra vida sexual. Todo un mundo de opciones saludables dentro de una sola raíz.
El ginseng es una planta que puede tener hasta 60 cm. de altura. La parte que se utiliza es la raíz, que se recolecta entre los 4 y 6 años de edad, es decir, cuando ya es adulta. Proviene de Oriente y su hábitat original son los bosques de Corea y del interior de China, Manchuria, Nepal y Siberia. Debido a su creciente demanda en varios mercados, su cultivo se ha extendido por otras zonas de Asia, Estados Unidos y Canadá.
Se trata de una de las mejores plantas para equilibrar nuestro organismo. Esto se debe a la presencia de unos elementos llamados propiedades adaptógenas, que tienden a mejorar el equilibrio integral de nuestro cuerpo.
El ginseng siberiano mejora la actividad de los músculos y ayuda al sistema inmunológico. El ginseng americano está indicado para situaciones de pérdida de energía física y cansancio.
Además de ayudar a disminuir los niveles de colesterol y equilibrar la presencia de azúcar en la sangre, es ideal para situaciones de estrés, cansancio, fatiga e insomnio.
Al mejorar la circulación, gracias a sus propiedades vasodilatadoras, favorece la irrigación del cerebro, mejorando así el rendimiento y capacidad mentales. Es por estas características que se está estudiando su aplicación en casos de mal de Alzheimer. También tiende a regular una producción más adecuada de la insulina, por lo que su uso se recomienda en casos de diabetes.
Además, produce una mejora en la respuesta sexual en la fase de la excitación. Se supone que esto se debe a una acción activadora de una enzima que aceleraría el paso de un aminoácido fundamental para producir la vasodilatación genital ( es decir, la lubricación en las mujeres y la erección en los varones).
Existen diferentes tipos de ginseng y cada uno tiene características propias. Con respecto a sus propiedades medicinales , podemos clasificarlos en tres tipos: ginseng siberiano, ginseng asiático o coreano y ginseng americano.
El ginseng asiático está recomendado para enfrentar situaciones de ansiedad e insomnio.
Los tres poseen las características ya citadas, pero con matices en cada caso. Por ejemplo, el siberiano es una hierba muy antigua, con una historia de más de 4.000 años. Esta variedad mejorará la actividad muscular durante la práctica de ejercicio y puede ayudar a fortalecer las defensas de nuestro organismo.
La mayor diferencia entre las variedades asiática y americana se da en sus acciones antifatiga; mientras el primero es más eficaz ante la fatiga debido a nervios, ansiedad e insomnio, el americano es más efectivo para los casos debidos a un cansancio general y pérdida de energía física, como puede ser el agotamiento, debido a una intensa jornada de trabajo o entrenamiento deportivo.