¿Sabes que es el gas radón? ¿es muy peligroso? ¿sabes como medirlo? ¿sabes por donde entra en tu domicilio? ¿cómo detectarlo, efectos y mapa del gas radón?
La segunda causa por cáncer de pulmón en España, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el responsable de entre el 3 y el 14% de este tipo de cáncer en todo el mundo es un gas tóxico denominado radón. Este gas es altamente tóxico. Es invisible, no desprende ningún olor y sus efectos son patentes a largo plazo, lo que lo convierte en un gas muy peligroso al ser imperceptible si no se realizan estudios específicos para detectarlo.
¿Cómo se produce este gas y cómo se introduce en nuestro cuerpo? En el suelo de la naturaleza se encuentra el uranio, que al desintegrarse da como resultado el radio y se queda en el suelo. La desintegración del radio se realiza en forma de gas, el gas radón, el cual asciende a la superficie. Tras un proceso, este gas acaba adhiriéndose a las partículas de polvo que acabamos respirando.Al ser una radiación procedente de la naturaleza, la población no parece ser consciente del peligro que implica para la salud su continua inhalación.
Para la eliminación de gas radón es fundamental adquirir medidas de ventilación más allá de las naturales como abrir ventanas.
El gas radón suele acumularse en el suelo de zonas graníticas, en agua de montaña no depurada, e incluso en materiales de construcción elaborados en zonas con concentraciones de este gas tóxico y nocivo para la salud. Los casos más frecuentes de concentración de gas radón se dan en casas cuyo suelo no está bien aislado de la superficie del terreno o porque hay grietas en el terreno permitiéndose que se cuelen las radiaciones. Pero este gas tóxico también puede » entrar» en nuestros hogares a través de materiales comunes que se utilizan para objetos de decoración, paredes e incluso algunas encimeras de cocinas están realizadas con ciertos granitos que podrían contener este material radiactivo.
Más de 2.000 españoles mueren al año por contaminación de gas radón, unas cifras que han alertado a las autoridades sanitarias.
En España las zonas geográficas más afectadas por este gas se encuentran en Galicia( con Ourense y Pontevedra liderando la lista), el oeste de Asturias, Madrid, Extremadura, el oeste de Castilla y León y, por último, algunas zonas muy concretas de Castilla La Mancha, según el Consejo de Seguridad Nuclear. Desde la Unión Europea ya se reconoce el peligro que implica para la salud este gas tóxico y, a partir, del próximo 2018 el Gobierno español deberá tomar medidas para eliminarlo.