Por fin ha llegado una de las películas más esperadas de la temporada, la segunda protagonizada por Emma Watson tras el estreno mundial de La Bella y la Bestia. El Círculo, dirigida por James Ponsoldt es el nuevo thriller futurista que supone el pronto regreso a la gran pantalla del oscarizado Tom Hanks, a quien ya vimos hace un par de meses en Inferno y Sully. La nueva película de los aclamados actores está basada en la novela homónima de Dave Eggers publicada en 2013 y que trajo consigo numerosas críticas. Quizás este haya sido un punto de lo más controvertido cuando se conoció que las productoras Image Nation, Likely Story y Playtone estaban pensando en convertirla en un relato audiovisual.
Mucho se ha hablado de la escasez de creatividad en Hollywood en los últimos tiempos y no es de extrañar ya que más de la mitad de las cintas estrenadas en los últimos años no son ideas originales o están basadas en la vida de personalidades ya existentes. Una tónica que no solo se presenta en el séptimo arte sino que su hermana pequeña, la televisión, también ha visto como gran parte de sus éxitos no surgen del ingenio de sus guionistas, caso del último bombazo de Netflix, 13 Reasons Why, que está basada en la novela de Jay Asher.
Actualmente en cartelera, El Círculo se sumaría a La Excepción a la Regla, que si bien no está basada en ninguna obra literaria o cómic (el universo Marvel y DC parece que está colonizando las salas de todo el mundo), sí que parte de la vida de un personaje real, la del polifacético Howard Hughes, quien además de aviador, inventor y director de cine también se encargó de modificar el modo de funcionamiento y el control de los casinos de Las Vegas.
Tanto la novela como la película de El Círculo se centran en la vida de Mae Holland (Emma Watson), que por un golpe de suerte es contratada para trabajar en la compañía de internet más importante del planeta, El Círculo, fundada por Eamon Bailey (Tom Hanks). El objetivo de esta empresa, que vendría a ser una mezcla entre Facebook, Twitter y Google (tanto por su actividad empresarial como por su concepción y diseño visual) es el de simplificar el mundo caótico generado en internet a través del control de todos los datos personales: cuentas, información financiera, contraseñas, perfiles en redes sociales, etc. La idea es la de unificar toda esta información y crear una identidad virtual que permita a los usuarios relacionarse en una nueva era tecnológica en la que prime la transparencia por encima de todo, algo que queda perfectamente claro en su lema: Saber es bueno, pero saberlo todo es mejor.
Este mundo distópico, no muy alejado de la realidad, y el conflicto interno de la protagonista provocarán en el espectador la necesidad de reflexionar acerca del uso casi compulsivo de la tecnología y de la falta de la seguridad que existe en internet en la actualidad. Si bien los sistemas informáticos avanzan para preservar en todo momento la confidencialidad de los datos del usuario, lo cierto es que es el propio usuario quien, a diario y sin reparar en ello, ofrece un sinfín de datos personales a través de la red.
La trama no es nueva, ya la habían tratado previamente grandes novelas como 1984 de George Orwell o películas icónicas como El Show de Truman. Sin embargo, llega en un momento en el que la sociedad está tan inmersa en el mundo tecnológico que rara vez se para a pensar en los riesgos existentes en compartir y hacer público según qué datos.
Sin duda, El Círculo se posiciona como un filme que va más allá de la mera expresión artística, sino que se trata de una película que busca la reflexión por parte de sus espectadores. Seguro que tras su visionado más de uno se piense si actualizar sus redes sociales.