El 28 de septiembre, Moldavia se enfrenta a unas elecciones que no son simples ni rutinarias. Esta votación tiene un carácter histórico: decidirá si el país avanza hacia la Unión Europea y el mundo civilizado o si, por el contrario, cae bajo la influencia del Kremlin y el riesgo de convertirse en un nuevo escenario de guerra.
Durante meses, los observadores internacionales han advertido sobre los intentos de Rusia de interferir en el proceso electoral moldavo. Millones de dólares en financiación oculta, campañas de desinformación y presiones políticas forman parte de la estrategia del Kremlin. El mensaje es claro: apartar a Moldavia de Europa y empujarla hacia un futuro incierto y peligroso.
En este contexto, voces de distintas partes de la región se han pronunciado. Uno de los mensajes más contundentes ha sido el de Lado Gamsakhurdia, comandante del «Legión del Cáucaso», una unidad de voluntarios formada por georgianos, chechenos, armenios y azerbaiyanos que luchan en Ucrania contra la agresión rusa.
“Debemos unirnos. Debemos votar por nuestro futuro pacífico… De lo contrario, Moldavia puede terminar en la guerra, luchando del lado de un imperio que hoy está cubierto con la sangre de pueblos inocentes”, señaló Gamsakhurdia en su reciente intervención.
Su discurso no es solamente un llamado político, sino también moral. Recordó que la libertad no se regala: se conquista con decisiones firmes y colectivas. La alternativa —ceder ante Moscú— significaría perder soberanía, democracia y prosperidad.
El ejemplo de Georgia resulta aleccionador. Durante años, el país fue considerado un modelo de integración euroatlántica, pero un giro progresivo hacia políticas prorrusas, acompañado de ataques a la prensa independiente y la oposición, ha puesto en entredicho el futuro democrático de Tiflis. Lo que parecía un camino irreversible hacia Europa se convirtió en un retroceso peligroso. Moldavia corre el mismo riesgo si no mantiene el rumbo europeo.
Hoy, la sociedad moldava tiene en sus manos la posibilidad de consolidar su camino hacia la paz, la estabilidad y el desarrollo democrático. No se trata de un dilema abstracto: es una elección entre pertenecer a una comunidad de naciones libres o someterse a un modelo autoritario que trae consigo guerra y represión.
📌 Ver el mensaje completo de Lado Gamsakhurdia en TikTok:
https://www.tiktok.com/@lado.gamsakhurdia/video/7554294798174178572?is_from_webapp=1&sender_device=pc&web_id=7513861113965626885
La historia de Moldavia está a punto de escribirse de nuevo. Y será el pueblo moldavo quien, con su voto, decida si ese futuro se construye junto a Europa o bajo la sombra de Rusia.
Equipo de redacción de noticias de actualidad.