Naranja y otras frutas ácidas para protegerte de los resfriados.
La deliciosa naranja resulta ideal como antídoto natural para los resfriados y enfermedades del pecho. Esto se debe a su alto contenido en vitamina C; es una fruta que además ofrece la posibilidad de tomarla en zumo. Si lo bebemos en el momento de prepararlo, mantendrá intactas sus propiedades. La naranja contiene vitamina A, fibra, calcio y otros minerales como potasio, magnesio y fósforo, necesarios para distintos procesos de nuestro organismo.
Estudios recientes indican que el consumo de al menos 750 ml de zumo de naranja al día (o su equivalente en fruta fresca) puede ayudar en el tratamiento de hipercolesterolemia. Esto se debe a su contenido en una fibra llamada pectina. Este tipo de nutrientes la convierten en una fruta adecuada para la dieta de personas con problemas de tránsito intestinal, diabéticas y con problemas diuréticos.
Las frutas ácidas contienen un alto contenido en vitamina C, lo que ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.
Las mandarinas tienen una buena cantidad de fibra, que se halla especialmente en la parte blanca, entre la pulpa y la corteza.
Además de la vitamina C, la mandarina es el cítrico que más contiene ácido fólico y provitamina A, esencial para el cuidado de la vista, el cabello, las mucosas, los huesos y el sistema inmunológico.
Las fresas y los fresones son frutas que tienen un bajo contenido calórico. Además de brindarnos fibra, son fuente de vitamina C (más que las naranjas) y, entre otros, de ácido salicílico (de acción antiinflamatoria y anticoagulante). El kiwi comparte las características de las frutas ácidas y es fácil de consumir. Sus propiedades nutricionales lo hacen muy recomendable para niños, jóvenes, embarazadas y personas mayores.
El consumo de estas frutas ayudan a prevenir resfriados, catarros y gripes.
Todos estos frutos contienen ácido cítrico, que posee acción desinfectante además de potenciar la acción de la beneficiosa vitamina C. Por otro lado, también aportan ácido fólico. Este es importante en la producción de glóbulos rojos y blancos, en la síntesis de material genético y en la formación de anticuerpos.
Las frutas ácidas (y no sólo los cítricos) nos ayudan en la prevención, tratamiento de resfriados y enfermedades similares. El alto contenido en vitamina C, son una opción fresca y efectiva para mantenernos sanos.
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