Las cuatro quiebras del Reino Unido tras el Brexit





Han pasado 20 días desde que tuvo lugar el referéndum en el Reino Unido y las consecuencias no se han hecho esperar. La incertidumbre se ha adueñado de un país a la deriva, en el que ni los propios políticos partidarios del Brexit quieren encauzar y tomar las riendas del camino que los llevará fuera de la Unión Europea. El resultado, aunque ajustado(52’9% a favor de la salida frente a 48’1% que votaron por  la permanencia) no ha hecho más que quebrar una sociedad, hasta ahora, segura de sí misma.

Las 4 quiebras que ha provocado el brexit:

Quiebra política.

David Cameron anunció tras conocerse el resultado, su intención de dimitir de su cargo pues no se veía capacitado para liderar un Partido Conservador fuera de Europa. Tras su anuncio otros nombres dentro del partido sonaron como posibles sucesores de Cameron, líderes conservadores euroescepticos que apoyaron el Brexit como Boris Johnson o Andrea Leadsom. El que fuera alcalde de Londres ya renunció días atrás a suceder al Primer ministro.

Andrea Leadsom retiró el lunes su candidatura a las elecciones internas del Partido Conservador. Tras las renuncias, Theresa May ocupará a partir de hoy el número 10 de Downing Street pasando a convertirse en la primera ministra británica. May que abogó por la permanencia en la Unión Europea durante la campaña del referéndum, ha manifestado su compromiso de negociar el mejor acuerdo para Reino Unido en la salida de Europa.

Más rocambolesco, aún si cabe, es el episodio que llevó a cabo Nigel Farage. El eurodiputado, líder del partido UKIP, defensor a ultranza de la salida de la U.E. y uno de los  máximos abanderados de la opción del Brexit, dimitió como líder del partido eurófobo a principios de julio. Farage reconoció en la televisión británica, tras el resultado a favor del Brexit, que los datos económicos favorables a la salida de la U.E. no eran del todo ciertos, pues estaban basados en suposiciones y no en datos reales.

Quiebra social.

A los partidarios del Remain se han unidos aquellos que apostaron por el Brexit y se sienten engañados.

34 millones de ciudadanos votaron en el referéndum, pero 24 horas más tarde tras conocerse las repercusiones reales y la incertidumbre, un 7% de los británicos lamentaba haber dado su apoyo al Brexit.

La página web de la Cámara de los Comunes se colapsó pasadas 48 horas del referéndum. Recibió 3 millones de firmas, a modo de petición ciudadana para que se repitiera el referéndum, pues consideraban que los partidarios del Brexit habían engañado falseando datos a la sociedad británica.




Quiebra territorial.

Irlanda del Norte y Escocia quieren seguir formando parte de la UE.

Gales e Inglaterra apoyaron el Brexit, mientras Escocia e Irlanda del Norte son partidarios del Remain. Escocia ya ha iniciado el proceso para exigir un referéndum hacia la independencia y abandonar el Reino Unido. También han llevado a cabo conversaciones con Bruselas para buscar la permanencia de su país en la U.E. el Remain ganó en todas y cada una de las 32 circunscripciones electorales.

El número dos del Gobierno de Irlanda del Norte, líder histórico del Sinn Féin, también ha mostrado su preocupación ante los posibles controles fronterizos entre Irlanda del Norte e Irlanda. Son partidarios de realizar una consulta hacia la reunificación de Irlanda y permanecer dentro de Europa.

Quiebra económica.

El impacto económico que ha tenido el resultado del referéndum, no se hizo esperar. La libra esterlina se hundió a su nivel más bajo desde 1985. La semana pasada fue fatídica en el parqué londinense. Varias gestoras de fondo bloquearon la cotización de sus títulos inmobiliarios, a raíz de una demanda masiva de amortización por parte de los clientes preocupados por la influencia del Brexit.

El comportamiento aparentemente anómalo de la bolsa londinense no refleja la magnitud real del problema.

Esta semana, tras el anuncio del nombre de Theresa May como primera ministra, el mercado de divisas ha recuperado una relativa calma. La bolsa londinense se está comportando como el sensor de los problemas económicos de Reino Unido. Los inversores no ignoran el deterioro previsible en la economía británica ni el alza predecible de su déficit público, así como el consecuente aumento de la deuda pública. Quizás por ello, el 99’89% de los accionistas de London Stock Exchange Group votaron a favor de la fusión con la alemana Deutsche Börse.

Hoy 12 julio es la fecha máxima para que los inversores alemanes acepten el acuerdo.  Esta fusión situaba su sede central en Londres, pero tras el Brexit todo hace indicar que en caso de llevarse a cabo, se buscará otro destino para su sede fuera de Reino Unido




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