Desde que el perro vive con el hombre, ha satisfecho las necesidades del hombre. Utilizado originariamente como perro guardián, no tardó en acompañar a los cazadores tras las piezas. También los pastores utilizaban este animal para guardar y reunir el rebaño. En todo el hemisferio norte, los perros se utilizaban como animales de tiro para arrastrar carros y trineos. En la mayor parte se siguen utilizando a los perros para estos fines.
Durante siglos, los perros han sido utilizados para un amplio abanico de fines militares. En la Edad Media, los dirigentes europeos utilizaban perros en el arte militar. Incluso en el siglo pasado, los ejércitos 
De unos años a esta parte, se han creado nuevas funciones. Son adiestrados para ayudar a las personas minusválidas, para detectar estupefacientes en aeropuertos y trabajos de rescate.
Los pastores alemanes, los border collies y los springer spaniels entre otros, siguen el rastro por instinto en busca de víctimas después de terremotos o aludes.
A finales de la 1ª Guerra Mundial, el Gobierno alemán adiestró a los primeros perros lazarillo para soldados ciegos a causa de la guerra. Este esfuerzo humanitario fue observado por una mujer americana en Suiza, la Sra. Harrison Eustis. Ella creó «L’Oeil Qui Voit», la primera organización del mundo de canes lazarillo para invidentes.
En 1930, en Gran Bretaña se había desarrollado un plan de adiestramiento similar y, poco después en Estados Unidos. Hoy en día, los animales son adiestrados en cualquier parte del mundo para ser los ojos de la personas invidentes.
Perros tranquilos y sensibles como el labrador o los golden retriever son unos guías ideales para los invidentes.
Más recientemente, los canes han sido adiestrados para ser los oídos de las personas sordas. Este adiestramiento se inició en Estados Unidos en la década de los 70. Hay organizaciones que adiestran «perros para personas sordas» en Norteamérica y Europa, así como en Sudáfrica, Japón, Australia y Nueva Zelanda.
Otros centros adiestran perros para ayudar a las personas limitadas en silla de ruedas; para abrir puertas o recoger objetos que se les hayan caído. Todos estos perros cumplen dos cometidos. La función obvia es la de ayudar a su amo físicamente, reemplazar un sentido o una habilidad perdidos.
Los asistentes sociales se dieron cuenta que estos canes desempeñaban otro papel de igual o mayor importancia: devolvían la autoestima a sus propietarios discapacitados. Estos son responsables del adiestramiento continuo de sus perros y , de esa manera, se sienten necesarios. La mejor comprensión de esta función de servicio subliminal del perro ha inducido a utilizar a los perros como residentes en hospitales, orfanatos e, incluso, en cárceles en algunos países del mundo.
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