Si no conoces la fiesta de la Tomatina ¿a qué esperas?

Hoy 31 de agosto cerramos el mes con una de las fiestas populares más conocidas de la Comunidad Valenciana. El último miércoles del mes de agosto se celebra la tradicional tomatina en Buñol. Es una de las fiestas más coloridas, originales y divertidas de nuestra geografía. No sólo atrae al turismo nacional sino que ha traspasado fronteras siendo cada vez más frecuente la afluencia de turistas extranjeros.

El último miércoles del mes de agosto de 1945 cuenta la historia que en la plaza del pueblo tuvo lugar, durante las fiestas, una reyerta entre jóvenes. Esta actitud fue contagiándose al resto de público que había allí congregado, al no tener nada que arrojarse, el puesto de verduras más cercano fue el blanco perfecto, cuyos productos se utilizaron como «arma arrojadiza». La pelea se acabó convirtiendo en algo tan divertido que al año siguiente los mozos del pueblo repitieron la hazaña, eso sí, aportando los tomates de su casa.

El rigor de la época condujo a que en innumerables ocasiones actuasen las fuerzas del orden. En el año 1957 se prohibió dicha fiesta, hasta hace unos años que se reanudó esta hazaña.

La Tomatina está declarada Fiesta de Interés Turístico Internacional.

En el centro de la plaza se levanta la cucaña, enorme palo untado en jabón al que hay que trepar para conseguir el premio colgado del extremo. De repente se grita: ¡Tomate,tomate!, lo que indica que alguien alcanzó el premio. Acto seguido aparece el camión lleno de tomates en la plaza del pueblo. Entre las 10 y las 13 horas tiene lugar la guerra de tomates en la que la única regla es estrujar los tomates antes de lanzarlos contra otra persona, para evitar heridas. En pocos segundos los participantes (más de 30.000 en el pasado año) y el mobiliario urbano se tiñen de rojo. En esta batalla sin vencedores ni vencidos es aconsejable utilizar calzado cerrado para no perderlo entre el bullicio y gafas de buceo para evitar daños en los ojos.

Durante esta fiesta se arrojan más de 100.000 kilos de tomates.

Ya sabéis si estáis por tierras valencianas y queréis pasar un mañana diferente disfrutando al máximo, pasaos por Buñol.