Las Fiestas de la Virgen Blanca llenan de tradición las calles de Vitoria.
El 4 de agosto es una de las fechas más importante en el calendario de todos los vitorianos, pues hoy empiezan las Fiestas de la Blanca en Vitoria-Gasteiz.
Aunque las fiestas de Vitoria vienen celebrándose desde finales del siglo XIX, no fue hasta 1884 cuando se decidió relacionarlas directamente con la festividad de la Virgen Blanca, cuya celebración es el día 5 de agosto. Fue más adelante en 1953 cuando finalmente se decide que estas fiestas den comienzo el día 4 y que su duración sea de 6 días. Desde entonces esos días se convierten en una auténtica fiesta para sus vecinos.
Si hay algo que sin duda marca el inicio de las Fiestas de la Blanca celebradas en honor a la patrona de la ciudad es la bajada de Celedón, un muñeco que recrea a un aldeano alavés y, que gracias a un sistema de poleas, cruza la plaza ante la atenta mirada de todos aquellos que se reúnen en el corazón de la ciudad. A continuación, se baila el aurresku en el balcón de la iglesia de San Miguel y con un ¡Gora Gasteiz! al unísono dan por iniciados los festejos.
Celedón marca el inicio y el fin de la Fiesta en honor a la Virgen Blanca.
Tampoco faltan los tradicionales mercadillos, las atracciones de feria y las corridas de todos. Un sinfín de actos que dan vida a la ciudad durante las 24 horas del día.
Actos más destacados:
- Día 4: Procesión de los faroles. Junto con la bajada de Celedón, es uno de los actos más bonitos durante estos días festivos. Miles de vecinos siguen esta procesión llena de luz en la que se pueden ver cientos de faroles.
- Día 7: Celedón Txiki. Una recreación de la bajada de Celedón para los más pequeños de la casa.
- Día 8: «Blusas veteranos». Este día está pensado para los más mayores, que se visten con blusones de cuadrillas de los años 60, y así se pasean por las calles de la ciudad.
- Día 9: Día del Guarro. Tradicionalmente en este día las cuadrillas desfilan en un pasacalles embadurnados con harina.
Como se puede ver hay para todos los gustos, pero lo más significativo de estas fiesta es la implicación de sus vecinos que participan activamente y contribuyen en difundir sus Fiestas de la Blanca. Pero todo lo bueno se acaba, y el día 10 a la una de la madrugada Celedón se despide hasta el año siguiente entre fuegos artificiales, subiendo de nuevo al campanario de San Miguel.