diabetes

Diabetes, normas básicas para una correcta alimentación.





Diabetes, normas básicas para una correcta alimentación.

La diabetes es la afección que se produce cuando los niveles de azúcar se ven aumentados por encima de lo normal. Se trata de una enfermedad crónica y, hasta el momento, incurable.

Es evidente que el cuidado básico para la diabetes es el plan de alimentación. Y aunque se trate de una enfermedad, la dieta de las personas que la padecen no es sustancialmente diferente de la alimentación general. Se basa en una dieta equilibrada, que tiene que diseñar un especialista para cada caso en particular.

La norma general para la cocina de los diabéticos es controlar el consumo de hidratos de carbono, sobre todo en forma de azúcares. Se pueden utilizar edulcorantes para sustituir el sabor dulce.

Para cuidar la diabetes es fundamental controlar el consumo de hidratos de carbono.

Además, hay que reducir el consumo de grasas saturadas presentes en alimentos de origen animal y consumir grasas insaturadas (las «grasas buenas») presentes, por ejemplo en el pescado y el aceite de oliva.




Por lo tanto, deberán eliminarse los postres dulces, el chocolate y las galletas, porque el consumo de éstos a base de hidratos de carbono resulta muy peligroso. Es posible sustituirlos con otros más adecuados como leche o yogures desnatados, edulcorantes artificiales y dulces elaborados con sustitutos, como pueden ser algunos preparados específicos para diabéticos.

Los vegetales también resultan fundamentales, y se deberán consumir al menos dos raciones diarias. También es recomendable comer poco y a menudo, para evitar los «atracones» y una posible consecuencia del aumento o disminución de la glucosa en sangre.

La diabetes requiere de una dieta especial para cada paciente, siempre controlada por un médico.

Con respecto al uso de edulcorantes sintéticos, se podrá consumir sacarina sódica, ciclamato sódico o aspartamo en dosis habituales. No se recomienda consumir fructosa ni sorbitol, porque también producen aumento  de la glucosa en sangre. Es por eso que los edulcorantes en polvo deben evitarse: sus componentes, en el mejor de los casos, son aspartamo y sorbitol, y en otros, fructosa y sorbitol. Por lo tanto, deberemos comprobar su composición antes de incorporarlos a nuestra dieta.

Por otra parte, los denominados «alimentos para diabéticos», en realidad no lo son tanto. Estos suelen estar edulcorados con fructosa y sorbitol. Es un error pensar que se pueden consumir libremente; en realidad se pueden comer la misma poca cantidad que de los alimentos normales. Si deseamos darnos un capricho, será mejor consumir una pequeña cantidad de los alimentos regulares, siempre bajo supervisión médica.

Desde El Titular te recomendamos nuestra apartado de salud en el que encontrarás artículos muy interesantes.




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