La decadencia de Catalunya

Catalunya está en decadencia, al menos económica.

Éramos el motor de España, pero Madrid ya ha consolidado su sorpasso. Algunos miran hacia otro lado y hablan de efecto capitalidad, pero Andalucía y Galicia también están atrayendo empresas. De hecho, la comunidad andaluza, gobernada por el popular y nacido en Catalunya Juanma Moreno, está creando empresas y puestos de trabajo y convirtiéndose en todo un referente. La clave es la estabilidad política y la buena gestión. En cambio, la Generalitat de Catalunya hace demasiado tiempo que apuesta por la agitación y la propaganda. Hemos dejado, así, de ser una potencia industrial del Sur de Europa. Los gobiernos catalanes han apostado por el conflicto, los impuestos altos y las barreras burocráticas. Y, por lo tanto, las empresas han apostado por otras regiones. Perdemos inversiones, igual que perdimos la Agencia Europea del Medicamento. El proceso separatista ha sido un negocio pésimo.

El actual gobierno de ERC y JxCat está  lejos de recuperar la situación que Catalunya se merece. Pere Aragonès, que suele despreciar y faltar el respecto al resto de España, no asistió a la conferencia de Presidentes de las Comunidades Autonómicas convocada por el gobierno Central, donde se debatían temas importantes para los catalanes tales como la financiación autonómica y el reparto de los fondos europeos. En cambio prefirió visitar a una fugitiva de la justicia. No gobiernan para todos los catalanes, sino solo para una parte, la que se salta la ley y rompe la convivencia. Así la concordia social no será posible, y la recuperación económica tampoco.

A la nombrada Comisión bilateral entre el Gobierno de la Generalitat y el gobierno de Pedro Sánchez se están sacrificando los derechos y el futuro de los catalanes constitucionalistas. Aragonés y sus socios de Gobierno han dejado muy claro que solo quieren la independencia y que todo lo que consigan lo pondrán al servicio de este fin. A Sánchez todo esto le da igual, él solo quiere mantenerse en La Moncloa todo lo que pueda, aunque sea favoreciendo las condiciones para un segundo «procés». Está siendo un absoluto irresponsable.

En esta reunión bilateral, Aragonés llevó una lista larga de exigencias, de las cuales son destacables las transferencias en la gestión del aeropuerto del Prat o los puertos. También piden transferir la gestión de la Formación Sanitaria (FSE), entre ellas, la de los médicos internos residentes (MIR). La ministra de Sanidad lo negó 48 horas después, pero la Presidencia de la Generalitat dice que se encuentra en agenda. Sabemos que los ministros de Sánchez, como el propio Sánchez, siempre mienten. En cambio, los independentistas sí intentan cumplir sus amenazas. Es todo muy preocupante. Las consecuencias de este traspaso en sanidad podrían ser nefastas según dicen los sanitarios de este país.

En definitiva, esperamos que algún día podamos recuperar la Cataluña próspera, poniendo fin a la decadencia de Catalunya que nos asola. Ojalá volvamos a ser atractivos para las empresas, las inversiones y el talento, dejando atrás este clima de tristeza y confrontación que ha dejado el «procés». Es hora de que los catalanes demos un paso adelante y abandonemos para siempre  los populismos independentistas o de extrema izquierda. Estos ya nos han hecho mucho daño. Recuperemos los valores de la cordura y el trabajo bien hecho. La concordia con Justicia y el buen gobierno son el único camino para la recuperación.

Maria Àngels Olmedo, Secretaria de Educación del Partido Popular Catalunya.

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