Llegan las fiestas navideñas y, con ellas, las tradicionales y copiosas comidas en familia, celebraciones con amigos e interminables comidas de empresa.
¿Es posible disfrutar de la Navidad sin poner en riesgo nuestra silueta?.
Recomendaciones para unas fiestas navideñas sin excesos.
Quedan escasos días para iniciar una de las épocas del año más entrañables en las que nos reunimos con nuestros familiares, amigos, llenos de recuerdos y grandes reencuentros. Pero también son días de abundantes comidas, regadas con alcohol y acompañadas como colofón final de turrones, polvorones, mazapanes… Año tras año intentamos no cometer excesos durante estos días de fiestas navideñas, pero durante prácticamente dos semanas es misión casi imposible no caer en la tentación de ciertos manjares, recetas que nos entran por la vista pero que sus calorías se alojan en nuestro cuerpo día tras día.
Las fiestas navideñas no pueden convertirse en una ingesta excesiva de calorías.
En Navidad podemos llegar a consumir en una sola comida el equivalente a uno o varios días completos. Esta ingesta calórica excesiva se traduce en pesadez, gases e indigestiones. Estos días todos debemos cuidar los alimentos que ingerimos pero, sobretodo, deben tener un especial cuidado aquellas personas que suelen tener colesterol alto puesto que estos días festivos solemos consumir alimentos más grasos.
Consíguelo siguiendo estos sencillos consejos:
– La Navidad no puede convertirse en una “ barra libre de excesos”. Entre la noche del 24 de diciembre y el día 1 de enero, son continuas las celebraciones y las comilonas familiares. Entre celebración y celebración debemos llevar una dieta equilibrada consumiendo productos frescos como frutas y verduras, evitando productos calóricos.
– Acompañar los productos más calóricos con los alimentos más ligeros. Si eres la anfitriona o el anfitrión elige un menú en el que los primeros platos sean ensaladas, cremas ligeras o caldos, como segundo plato es recomendable alimentos al horno tales como cabrito, cordero, pollo, dorada, etc cuya cocción es mucho más saludable que las recetas a base de salsas copiosas y de pesada digestión.
– Cuidado con el alcohol. Las comidas navideñas solemos regarlas con vinos, cavas y demás bebidas alcohólicas. Las sobremesas suelen alargarse hasta altas horas en las que el cava, los chupitos, gin-tonics etc, acompañan nuestra tertulia. Podemos beber durante las comidas y cenas algo de vino y cava pero es aconsejable intercalarlo con agua … nuestro cuerpo nos lo agradecerá. Si tras estas celebraciones vas a conducir, entonces las bebidas alcohólicas ni probarlas, no pongas en juego tu vida y la de los demás.
Un excesivo consumo de comidas copiosas, alcohol y dulces navideños puede dejar un sabor agridulce a nuestras fiestas navideñas.
– Moderación con los dulces navideños. No hay mesa que se precie en esta fiestas en la que no haya un buen surtido de turrones, polvorones, mazapanes. Estos típicos dulces navideños son una verdadera bomba calórica, por tanto, cuidado con realizar un consumo excesivo. No es necesario probarlos todos, ni comer una gran cantidad para deleitarnos con su exquisito sabor, tu salud y tu silueta te lo agradecerán.